Un tema muy comentado por los padres y profesores es el tema de si los niños y niñas deben llevar deberes a casa o no.
Mi primera pregunta es: ¿Por qué se plantean los deberes en primaria y no se cuestiona en la etapa del instituto o en la universidad? ¿Ya son «mayores» para cuando llegan allí y no les va a crear ningún problema hacer deberes en casa?
Segunda pregunta: ¿Realmente un alumno o alumna va a estar preparada a trabajar en casa, a estudiar cuando llega al instituto y no digamos si quiere llegar a la universidad o preparar un examen si no lo ha trabajado antes?
Voy a empezar a responder a la segunda pregunta. Voy a poner los mismos ejemplos que doy a mis alumn@s.
El primer ejemplo que les doy es cuando empezamos a comer con la cuchara. Al principio cuando la cogimos, se nos caía toda la comida y poco a poco hemos cogido práctica hasta que no hemos necesitado ayuda de nadie y tampoco nos las tirábamos por encima.
El segundo ejemplo es una persona que quiere hacer deporte corriendo. El primer día no se le ocurre a nadie correr ni mucho tiempo, ni mucha distancia porque no puede, su cuerpo no está acostumbrado. Debe empezar el primer día a correr un poco, poca distancia, y poco a poco ir aumentando el tiempo y el recorrido para que su cuerpo sea capaz de aguantar el ritmo.
Pues con el tema del trabajo en casa es lo mismo. Los niños /as deben ir acostumbrándose a poco a poco ir trabajando en casa, adquirir un ritmo de trabajo y una rutina para que a medida que vayan subiendo de etapa y de nivel no se les haga cuesta arriba. Puede ser estudiar, terminar ejercicios, leer, repasar lo dado en clase… Pero es importante que adquieran una rutina de trabajo diario.
Luego hay que tener en cuenta la capacidad de cada alumn@. Hay algunos que en los primeros niveles de primaria, hacen todo el trabajo en la hora de clase, lo entienden, atienden y retienen lo que se explica el profesor. Pero hay muchos más, que necesitan repasar en casa, organizar las ideas, memorizar, terminar los ejercicios.
Trabajar en casa haciendo los «deberes» ayuda a enfrentarse a una situación él /ella sólo/a. No está el profesor (estará el padre o la madre). En casa va a tener tiempo para pensar, buscar una estrategia, una solución al problema que tenga que resolver. Poco a poco, esa ayuda de los mayores que tenga en casa, tiene que ir siendo menor y el alumno/a tiene que ser capaz de organizarse, saber lo que tiene que hacer y pedir ayuda sólo en casos extremos. Esto les va a ayudar a enfrentarse a los exámenes, van a saber qué se les pregunta, van a tener auto-confianza para responder sin ayuda… todo haciéndolo ellos/ellas solos/as.
No soy partidaria de que el alumno en primaria esté otras cinco horas haciendo tarea. Mi opinión es que en casa termine los ejercicios que no ha terminado en clase, memorice y asimile los contenidos de naturales, sociales e inglés (lo que debe hacer diariamente, no el día anterior o dos días antes del examen), y termine lo propuesto por el resto de especialistas. Dependiendo del curso el tiempo que deba dedicar varía mucho. No es lo mismo, primero de primaria, que sexto.
La respuesta a la primera pregunta es más bien una opinión personal. Creo que el trabajo de los maestros es más criticado que el de otros profesionales dedicados a la enseñanza y por eso se crean muchas polémicas en torno a su actividad. Si se ataca primero por abajo, y se consigue lo que se pide, se va subiendo de nivel y después criticarán el trabajo de los compañeros de los institutos.
Como conclusión si que digo que soy partidaria de que el alumno tenga una rutina de trabajo al llegar a casa dependiendo del nivel que esté estudiando. Es necesario repasar, leer, estudiar, asimilar contenidos, crear un hábito de estudio. Y para mí eso son deberes. Pero también después deben dedicar un tiempo a sus actividades de ocio, algo que también es importante para despejarse, hacer amigos, hablar, crear relaciones sociales…